He hecho tantos currículums que podría montar una expo con ellos.
Hubo uno que me consiguió un trabajo sirviendo copas a las tantas, otro que me hizo profe ciclo superior… Nada que ver entre sí, pero todo que ver conmigo.
Adaptados a los puestos a los que estaba optando y destacando las habilidades y experiencias previas que más encajaban con lo que se pedía, cada uno de ellos era un traje a medida a necesidades concretas, pero ninguno contaba la historia completa.
Este de aquí es diferente. Pero no porque cuente que empecé a trabajar a los 16 como promotora de ventas para una naviera, o que en tercero de carrera ya tenía un trabajo «de lo mío».
Precisamente eso no lo cuenta.
Es diferente porque no busca un puesto, pero quiere un lugar donde hacer la diferencia.